Módulo 1 - Ejemplo de discriminación.
"Simplemente por ser inteligente"
Detrás de las mal conocidas y envidiadas "Altas Capacidades" hay personas con sentimientos y formas diferentes de pensar, que nadan contracorriente y que no se dejan arrastrar por lo que es más "popular"
Cuando estás en la edad infantil, sacar buenas notas, ser inteligente, divertida y con carácter, tiene un plus de atractivo para tus compañer@s de clase. No te faltan los "amig@s" porque sienten admiración hacia alguien que sabe mucho y que muestra interés por aprender.
Todo esa admiración de la primera etapa infantil, se va desvaneciendo según creces y lo que antes era un plus ahora resta.
Cuando muestras voluntad y carácter y no te dejas llevar por todo lo que tus "amigas" te dicen que debes hacer, empiezan los problemas. Contar secretos en la oreja a otra niña, dejando al margen a una tercera es algo que mi hija ha llevado fatal, porque siempre era la excluida. Ella nunca se lo hice a otras niñas porque sabía lo que se sentía. A partir de cierta edad, algunas compañeras del cole empiezan a hacerse populares por su simpatía, belleza o carácter extrovertido y empiezan a ver a sus iguales, con las que antes se llevan genial, como empollonas, raritas...
Cuando no eres superficial, ni haces lo que todas las niñas hacen porque es lo "normal" para su edad, las demás te ven como algo diferente y que tal vez les asute.
El patio y la clase del colegio pueden ser un lugar duro y cruel ya desde temprana edad. Siempre he tratado de enseñarle a mi hija que por muchas "amigas" que la dejaran de lado lo importante era que se hiciera valer, que no se dejara manipular y que tarde o temprano encontraría a gente que la quisiera tal y como es. Cuántos patios sola leyendo un libro como único compañero! no quiero ni imaginar el miedo o la soledad que puedes sentir con 7 u 8 años. Pero poco a poco todo cambia y llegan personas nuevas por conocer y con las que vas creando lazos.
La pubertad es todavía más cruel, pero tienes más herramientas para defenderte y canalizar lo que ocurre. Desde los 12 años, ha tenido que enfrentarse a situaciones nada cómodas y ha escuchado como la llamaban "monjita"*, por mostrar reticencias a hacer un baile para final de curso basado únicamente en menear "el culo" a ritmo de "perreo". También la han dejado de hablar por negarse a dejar de lado a una amiga por ser celíaca, muy bajita y tímida. Otras la han criticado por no callarse ante profesores que sueltan burradas patriarcales en clase o les ponen películas o vídeos musicales que cosifican a las mujeres; por ser una melómana del kpop, lo que la ha convertido toda vía en más "bicho raro", porque para los chicos "alfa" de su clase es solo música que cantan "chinos gais" (son coreanos y van maquillados); o por ir una hora a la semana a una clase específica para personas con altas capacidades...
*[Las chichas que idearon la coreografía y que la llamaron monjita, eran precisamente las dos a las que muchos chicos del cole llaman todo lo contrario "frescas", "sueltas" o "calienta ...", por haber salido ya con muchos de ellos y mientras lo hacían tontear con sus amigos. Esto es otro tipo de discriminación machista que tiene ya mucha solera, sin embargo mi hija nunca pensó eso de ellas cuando la insultaron.
El caso es que ella nunca habla de su especial facilidad para aprender o para entender, hace años que asumimos esa realidad y ni siquiera nos acordamos de ello. Desde pequeña la hemos enseñado a esforzarse y trabajar duro. Su grupo de amigos es visto desde fuera como "los raritos", parece que estemos hablando de una serie americana donde los "mega-populares" acosan a los frikis, pero es una realidad que ocurre cada día. Lo cierto es que para mí son l@s personillas adolescentes más normales del mundo, con su cambios de humor, sus cabreos, su reivindicaciones y sus argumentos típicos de una edad en la que piensan que lo saben todo de todo y sus momentos encantadores y divertido. Lo que destacaría de su grupo de amig@s es que todos son diferentes, unos con mejor posición social que otros, unos con mejores notas que otros, con diferentes gustos musicales, aficiones o hobbies, con familias muy diferentes, con diferente color de piel y con diferente orientación social, bueno más bien desorientación, porque aún andan un poco perdidos, pero tratan de buscar y encontrar el respeto mutuo, y los que les une es que se lo pasan bien, hablan sobre temas que les afectan en su día a día, como los exámenes, el cine, sus ídol@s musicales, el feminismo, la protección de los animales... buscan aficiones que compartir...Además van aceptando a otros que se han quedado solos porque les han echado de sus grupos o porque han sufrido acoso o bullying.
Mi hija es tímida, pero peleona, reivindicativa y a veces peca de meterse en muchos charcos para ayudar a los demás. Lo que más nos sorprende como padres no es el comportamiento de las personas de su edad, es algo que damos por hecho, si no de sus profesores. Es curioso como en ocasiones la han atacado e incluso insultado, cuando se ha enfrentado a ellos por comentarios machistas en clase, o situaciones que ella consideraba injustas. A menudo le han dicho que se queja por todo, o incluso que está demasiado seria en clase (está atendiendo y concentrada), incluso que está amargada,... No la conocen en absoluto, es super divertida, pero como ella dice cada cosa en su momento. Otras veces los profes pagan su frustración con ella, cuando un montón de compañeros no dejan de gritar o portarse mal y hay castigo colectivo, ella protesta porque no todos son culpables y el profesor acaba descargando en ella su frustración y su enfado, con malas formas y palabras fuera de tono, abusando de su situación de adulto que exige respeto en clase sin dar ejemplo. Mi hija es un un blanco fácil: creativa, estudiosa, trabajadora, seria en clase, responsable, pero que dice lo que tiene que decir cuando cree que lo tiene que decir y nunca te lleva la razón si cree que no la tienes. Esto la hace impopular también frente a algunos profesores. Los profesores también discriminan y curiosamente más de lo que parece, al que trabaja y piensa por sí mismo, más incluso que al que no trabaja ni respeta, pero que se muestra muy simpátic@ con él y goza de popularidad entres sus compañer@s. He llegado a conocer a profesores que sienten verdadera admiración por alumnas cuyo mayor logro ha sido tener novi@ desde los 12 años y ser muy guapa y simpática.
Con 14 años, todo esto te hace más fuerte, pero es agotador, además pienso que en ocasiones, mi hija se sentirá frustrada, pues no siempre las relaciones son fáciles ni se basan en la igualdad
Creo que estamos ante una discriminación directa, que unas veces se manifiesta de forma abierta cuando te atacan directamente y verbalizan ese odio con palabras como friki, monjita, o te excluyen directamente del corrillo femenino de clase en los descansos, o todos los días se te cuelan en la fila del comedor; y otras veces de forma indirecta cuando no te dejan formar parte del grupo de trabajo aludiendo a otros motivos. Mi hija se suele tomar estas cosas mejor que yo, y no suele meterse nunca en líos, pero cuando tienen que enfrentarse al enemigo lo hace. No consiente que se le cuelen cada día, y los que lo hacen ya saben que delante de ella no se pueden poner porque no se queda callada, y prefieren ponerse delante de alguien con más miedo o más pasota que no dice nada.
La forma de acabar con este tipo de discriminación en el ámbito escolar y en el instituto es difícil, pero no imposible, porque todo parte de la educación que les das a tus hijos, educación que parte desde temprana edad en casa y también en el centro escolar. Hay muchas frases y comportamientos que los niños desde muy pequeños llevan a clase desde casa, que parecen inofensivos y que incluso algunos profesores aplauden. Lo que hacen es perpetuar los estereotipos, o ideas simplistas, dando por hecho que todos las personas de un grupo tienen que comportarse igual.
Yo me pierdo un poco en toda la actualidad de términos no discriminatorios y estamos un poco pez en muchas cosas que les importan a los adolescentes, pero algo siempre hemos tenido claro: lo importante es respetar a todo el mundo independientemente de sus circunstancias sociales, familiares, personales, culturales, sexuales... eso sí, primero tienes que aprender a respetarte a tí mismo, y no dejarte ningunear por la masa que dicta lo que es "cool" o no lo es, aunque a veces te ganes la soledad.
Si además de ser "superdotado" eres mujer, la discriminación es doble, porque cuesta más aceptar y reconocer a una niña o mujer con altas capacidades, hoy por hoy es algo que tiene como consecuencia que haya muchas menos niñas diagnosticadas que niños. Afortunadamente en nuestro caso no es así, porque identificamos y solucionamos hace años, pero la realidad está ahí.
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